¿Tienes algún dolor en tus dientes? ¿Quieres mejorar tu sonrisa? ¿Pero te da miedo el dentista? ¿Necesitas ponerte implantes o sacarte piezas dentarias pero tienes fobia? ¿Tu hijo no coopera y es imposible que le resuelvan cualquier problema en la cavidad oral? ¿Te gustaría tener la sonrisa que siempre quisiste, pero te da miedo el dentista?
Tenemos la solución, atención con Sedación Conciente.
Diariamente nos visitan pacientes con odontofobia, buscando la solución a su problema y se van felices y conformes de haber encontrado una alternativa novedosa.
La sedación consciente, es una técnica que realizamos en nuestra clínica, en la cuál el paciente respira una mezcla de óxido nitroso, conocido como gas de la risa, y oxígeno que rápidamente produce una agradable sensación y relajación.
Esta técnica, es una opción que te podemos ofrecer para que te sientas cómodo y tranquilo durante determinados procedimientos. El uso de la sedación es un complemento a nuestro tratamiento y no tiene como objetivo dormirte. Podrás oír y responder a las preguntas o instrucciones del dentista, por ello se conoce como “sedación consciente”, te pediremos que respires normalmente por la nariz dentro de una masacarilla y en pocos minutos comenzarás a sentir los relajantes efectos del óxido nitroso. Durante todo el procedimiento te sentirás relajado, a lo mejor algo mareado y presentarás un ligero cosquilleo en brazos y piernas. Todo esto es parte de lo esperado para que llegues al estado de tranquilidad que buscamos.
Los efectos del óxido nitroso desaparecen de a poco, una vez que el tratamiento haya llegado a su fin y te hayamos retirado la mascarilla es por eso que, una vez terminada la sesión clínica, te acompañaremos en este “despertar” hasta que te sientas bien. Recomendamos siempre asistir acompañados cuando se utiliza la sedación consciente.
Si tu limitante para asistir al dentista ha sido siempre el miedo y/o ansiedad o conoces de alguien que padezca estos sentimientos, no dudes en contactarnos para poder ayudarte. ¡No te pospongas! ¡Ya no hay excusas!